RESINAS Y MEZCLAS
“La decisión de usar resina para hacer piezas definitivas fue accidental. A diferencia de la pintura, en la que puedes tomar una foto y tener las dos dimensiones, la sensación del volumen es irreproducible, por más que tengas una foto muy buena de una escultura no tienes todas las caras de la pieza. Con el afán de generar una memoria de trabajo, de entender el paso anterior para dar el siguiente decidí hacer copias de resina de mis piezas para quedármelas. A fuerza de verlas empezaron a gustarme y comencé a investigar las posibilidades de trabajar con las distintas calidades que se pueden encontrar en este material tan contemporáneo: lo translúcido, lo absolutamente negro, los aspectos de cera, de biscuit de cerámica, de dulce, mazapán o merengue que tienen una onda muy manierista, estilosa, rara, de repente muy romántica. En la infinita posibilidad de apariencias que tiene la resina hay algunas que se acomodan muy bien a la intención de mis piezas o a determinadas series.»